por Heraclio Astudillo Pombo, Depto. Medi Ambient i Ciències s del Sòl, Universitat de Lleida
Uso popular de fósiles, como un tipo de rara ornamentación arquitectónica. (Continuación 5ª parte)
Uso popular de fósiles, como un tipo de rara ornamentación arquitectónica. (Continuación 5ª parte)
Solsona (Lleida) "La Casa del Fòssils" o "Ca'l Planes"
Se trata de un edificio de cuatro plantas, a doble fachada pues forma esquina con dos calles, la de sant Josep de Calassanç y la de la Travessia de sant Josep de Calassanç, en la que está situada la entrada principal, concretamente en el nº 8.
El edificio es, relativamente, antiguo, pues se construyó a finales del s. XIX, en el año 1882 y, desde lejos, nada hace sospechar que pueda tratarse de un esdifició singular, único en la ciudad y raro en toda España. Observado de cerca, se descubre que sus fachadas presentan un tipo muy particular de ornamentación, la cual le diferencia de los demás edificios colindantes, muy claramente. De todos los elementos arquitectónicos, de tipo decorativo, los que le aportan la mayor originalidad, a este edificio, sin ser los únicos pero sí los más característicos, son los innumerables fósiles que están adheridos en la parte inferior de ambas fachadas, en una franja comprendida entre los 0.75 y los 3,5 m., de altura. ![]()
Pequeña ventana, a escasamente 1 m. altura, en cuyo dintel figura la inscripción: R.- TORREGASSA –R. 1882, indicando el primer propietario y constructor y la fecha de construcción del edificio. A su alrededor, en el muro, pueden verse diversos tipos de fósiles, predominan los erizos, especialmente, en el lado izquierdo de la imagen
Los ejemplares fósiles, utilizados como decoración, son conchas, caparazones y sus correspondientes moldes internos, fosilizados, pertenecientes a diversos tipos de animales marinos bentónicos, es decir, propios de fondos marinos, tales como, esponjas, corales coloniales y corales solitarios, gasterópodos, mayoritariamentesus moldes internos, bivalbos “comunes” y bivalbos "no tan comunes" (rudistas) y, además, erizos de mar.
Todos los fósiles están sujetos al muro de las fachadas, mediante la aplicación de "cemento
adhesivo", hecho que los mantiene, firmemente, sujetos sobre la superficie ornamentada de ambas fachadas.
Detalle, de una parte del muro, en el que se pueden apreciar diversos tipos de fósiles, predominando los moldes internos de gasterópodos
R. Planes Torregassa, anterior propietario del edificio, fue la persona que decidió cambiar el aspecto primitivo del edificio que algunos años antes había heredado de sus padres, ornamentándolo con la incorporación de centenares de fósiles a sus fachadas, la colección de los cuales constituían una de su muchas aficiones personales. La elección de una decoración arquitectónica, tan atípica, posiblemente, se hizo con las intención de singularizar y personalizr un edificio antiguo, de tipología muy tradicional, dotándolo de un nuevo aspecto, mucho más novedoso y original. En segundo lugar, quizá, tal remodelación de las fachadas respondía a la intención del propietario de demostrar, de forma pública y bien ostensible, su interés por el aspecto estético de los fósiles, de la comarca y de comarcas
vecinas.
Pequeña ventana, a escasamente 0,6 m. altura, en cuyo dintel figura la inscripción: PLANES TORREGASSA 1968, indicando el propietario remodelador y la fecha de las obras de remodelación. A su alrededor, en el muro, a pueden verse diversos tipos de fósiles: corales solitarios, moldes internos de gasterópodos, corales coloniales, erizos...
Imagen: Fotografía original de Ignasi Gómez Farreres
La distribución de los fósiles en las fachadas, afecta la parte correspondiente a la planta baja, mientras que en el resto de las fachadas, existen otros elemento decorativos, bastante curiosos y que quizá, tenían por finalidad mostrar, de forma pública, su interés por las antigüedades y la cultura popular.
Detalle de una pequeña zona del muro, en que pueden verse dos ejemplares de erizos marinos, del género Micraster
Según nos ha informado Ramón Planes Albets, su actual propietario e hijo de R. Planes Torregassa, la época de inicio de las actividades de la ornamentación, actual, del edificio, fue hacia mediados de la década de los años 60, finalizando tales trabajos hacia a finales de la década de 1970 o principios de la de 1980. El periodo de mayor actividad decorativa, se produjo entre 1968 y 1970, bienio durante el cual se realizaban unas obras de restauración y reformas del viejo edificio familiar que habiendo sido construido en 1882, necesitaba adecuarlo a las necesidades de los tiempos modernos.
Según nos ha informado R. Planes Albets, el último fósil ornamental, colocado en el exterior del edificio, fue una gran caracola marina, fijada en la parte superior de un mojón de piedra, situado en la esquina, elemento que servía antiguamente para proteger la obra, contra los impactos de las ruedas de carro que realizaban
un giro demasiado cerrado. Ese fósil, el mayor de todos, fue colocado principios de los años 80 y aún se mantiene firme, en su posición y situación originales, a pesar de estar en un sitio muy accesible para los expoliadores, a escasamente 50 cm. del suelo.
Perspectiva del la fachada secundaria del edificio, desde la calle Sant Josep de Calassanç, con una densidad de fósiles mucho menor, en la parte baja de la esquina, puede verse encima del mojón, protector, la gran caracola de mar
R. Planes Torregassa no era un coleccionista sistemático, ni experto, sino que lo hacía impulsado por interés localista y sentido estético, tampoco recolectaba personalmente los fósiles que coleccionaba, pues jamás había salido al campo a buscar y recoger fósil alguno para su colección particular, sino que recolectaba durante sus visitas a ciertas tiendas de anticuarios, existentes en la localidad y en otras poblaciones de los alrededores, en donde seleccionaba y compraba aquellos que más le gustaban, por su aspecto estético y rareza. El principal proveedores de fósiles, al que visitó con más asiduidad, era un fondista de la localidad de Oliana, persona que compraba ejemplares fósiles, a diversos recolectores locales, que luego acumulaba en su trastienda, con destino a la venta posterior. Los fósiles más "raros y espectaculares" eran ofrecidos a ciertos clientes "selectos" que pasaban, ocasionalmente, por su establecimiento y a aquellos otros que, como Planes Torregassa, eran coleccionistas de fósiles y que, conociendo esta otra actividad paralela, expresamente, acudían para adquirir los
ejemplares que le interesaban, pagando por ellos un buen precio.
Fragmento esquelético de coral colonial ramificado
Esqueleto de coral solitario, en parte, fragmentado
Detalle del muro de la fachada, de la travessia de sant Josep de Calassanç, en la esquina con la calle de sant Josep de Calassanç,en donde se pueden ver diverso ejemplares fósiles, de diferentes clases: erizos, moldes internos de gasterópodos y de pelecípodos, conchas de pelecípodos, esqueletos de corales solitarios...
Según nos comentó Ramón Planes Albets, hijo del anterior propietario, la distribución de los fósiles, sobre las fachadas, la hizo su padre según criterios de valor relativo, los ejemplares más valiosos, por su rareza o más atractivos por su belleza, fueron colocados en las partes más altas y por tanto menos accesibles de las fachadas, en una franja situada entre entre los 2 y los 3,5 m. de altura, mientras que los menos valiosos, por su vulgaridad, se distribuyeron en las partes más accesibles, entre 0,75 y 2 m. de altura. También nos comentó que en la actualidad, ya han desaparecido un buen número de ejemplares fósiles de los que, primitivamente, se colocaron por debajo de 1,80 m., de altura, además por las marcas dejadas por los sustractores, en el cemento adhesivo que los retenía, se puede apreciar que algunos han sido arrancados del muro por simple "tracción manual animal”, mientras que otros han sido separados
Perspectiva de la fachada principal del edificio, desde la Travessia de Sant Josep de Calassanç, esta parte es la que presenta una mayor concentración de ejemplares fósiles.
Por motivo de este expolio, el actual propietario, no desea que se divulguen, en exceso, las características singulares del edificio, con el fin de evitar atraer la atención de más visitantes "manilargos", afectados por tendencias cleptómano-paleontológicas o de "humanoides" con instintos vandálicos. Fauna que estando de paso por la población o por sus inmediaciones, pudieran sentirse motivados a hacer una "provechosa visita cultural" o una emocionan incursión salvaje, a un edificio tan singular, con el fin de llevarse a sus casas, un recuerdo o un trofeo, procedente de la localidad visitada, obviamente, obtenido mediante una acción incívica e ilegal.
Agradecimientos
Al Sr. Ignasi Gómez Farreres, por ser el primer informante que me hizo conocer la existencia del edificio al que hemos dedicado este artículo y, especialmente, por haber realizado todas las fotografías, en alta resolución, que han servido para ilustrar este articulo y algunas otras más que no han podido aparecer por falta de espacio. También al Sr. Ramón Planes Albets, por informarme sobre ciertos detalles poco conocidos, de aquellos asuntos familiares, relacionados con la original decoración paleontológica de ese edificio singular, ahora de su propiedad.
Fuentes.
- Anónimo. 2008. Solsona estudia reabrir el museo etnográfico tras casi 20 años sin ubicación. La Mañana 2008-04-04
- Gómez Farreres, Ignasi. 2010, Comunicación personal del 2, 6 y 7 julio de 2010
- Gómez Farreres, Ignasi. 2010, Comunicación personal del 2, 6 y 7 julio de 2010
- Planes Albets, Ramón. 2010 Comunicación personal, por vía telefónica, del 4 de octubre de 2010
- Planes Albets, Ramón. 1987. El Museu Etnogràfic del Solsonès: guía i descripció sumària del seus fons. Solsona. Revista Cardener (4): 123-148, il., fot.